"El Oso y el Ruiseñor" de Katherine Arden

Autor/a: Katherine Arden

Editorial: Nocturna

Género: Fantasía

Formato: Tapa blanda 

Páginas: 342

¿Autoconclusivo?: 1/3

Precio: 15,18€/16,62€

ISBN: 9788417834173

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En la estepa rusa, el invierno dura casi todo el año y los montículos de nieve son más altos que las casas. A Vasia el hielo le recuerda a los cuentos sobre Morozko, el misterioso rey del invierno, que trae las heladas y engaña cruelmente a las jóvenes para quedarse con sus almas. En cuanto su padre regresa de Moscú con una nueva esposa muy devota, las cosas cambian. La mujer ve demonios invisibles a los ojos de todos, excepto de Vasia... Aunque para ella son espíritus: como el vodiamói, un hombre hecho de ramas de árboles, o la rusalka, la ninfa que ahoga a los incautos en el lago.

Mientras los aldeanos sigan haciéndoles ofrendas, no pasará nada malo. Pero un despiadado invierno, cuando las ventiscas cubren las casa de escarcha y el miedo se cuela por las cerraduras, las ofrendas dejan de llegar.

Ambientada en un paraje helado de la Rusia medieval, la trilogía que inicia con "El oso y el ruiseñor" teje un tapiz irresistible en el que se entrelazan la magia de los cuentos de hadas y el temor a lo desconocido. 

"El oso y el ruiseñor" es la primera parte de una trilogía de fantasía con una gran ambientación en la Rusia medieval.

Nuestra protagonista es Vasia que vive en un pueblo donde siempre se han contado historias sobre chetis, que son las criaturas de la antigüedad (protectores de los bosques y del hogar, Morozko que es el rey del invierno...). El pueblo a seguido dando ofrendas a estos seres a pesar de creer en Dios y todo en el pueblo marchaba más o menos bien. Todo cambia con la llegada del nuevo sacerdote, pues este inculca a los aldeanos el miedo a los fuegos del infierno si siguen con la practica de dejar ofrendas, sin saber en el peligro que coloca a todo el pueblo.

La verdad la historia tiene una pinta increíble, pero a mí personalmente esta primera parte se me ha hecho lenta y repetitiva. Me parecía que no avanzaba hasta un poco más de la mitad. Tampoco he simpatizado mucho con la mayoría de los personajes, salvo que Vasia que me parecía muy luchadora y avanzada para la época, Dunia es la "nana" que lo único que quiere es cuidar de Vasia, después estaría Aliosha uno de los hermanos de Vasia que la cuida y cree en ella a pesar de todo y por último Irina medio hermana de Vasia que a pesar de que su madre intente que se lleve mal con Vasia no lo consigue pues ella a pesar de todo quiere a su hermana.

Kolia, Olga y Sasha son el resto de los hermanos de Vasia no me han transmitido muchas cosas por lo que me daban un poco igual. El padre, Piotr, no sabía muy bien que pensar de él sabía que quería proteger a su hija para que no le pasara nada pero no me gustaba la forma en la que lo hacía. Y dos de los personajes que no me han gustado nada han sido el del Konstantin que siendo un sacerdote lo veía muy prepotente y sus acciones y pensamientos hacía Vasia no eran muy buenos. Y Anna, madrastra de Vasia, este personaje al principio era muy asustadizo, pero de un capítulo al otro (que en la realidad de la historia son varios años) cambia completamente sin darnos una explicación de ese cambio y que lo origino.

Una cosa que me desesperaba era el trato de casi todos con Vasia, pues parecía que todo lo hacía mal y daba la sensación de impotencia. Sobre todo de Anna pues a pesar de compartir el mismo "don", Anna en vez de ayudarla o comprenderla la machacaba.

A pesar de todo esto ha habido cosas buenas he interesantes, como la protagonista, conocer las leyendas y mitos de Rusia, como Vasia interactua con todas estas criaturas y a pesar de aparecer poco pero estando muy presente en la historia Morozko.

Lo que me motiva para darle una segunda oportunidad a esta historia y leer su segunda parte es lo que pasa en los últimos más o menos cinco capítulos que son los que más me han gustado y me ha dejando intrigada de como va a seguir esta historia.

Lectura realizada en una lectura conjunta con Laura de 

El Rincón de Marlau